Desde el área de capital humano, realizamos distintas recorridas por los establecimientos y oficinas de nuestros clientes. Dichas recorridas tienen por objetivo entrevistar a los colaboradores a fin de conocer sus objetivos profesionales y compartir temas personales.
Aparentemente saber escuchar y preguntar parece ser una tarea fácil, que no amerita mucho análisis, sin embargo, es mucho más importante y complejo de lo que uno piensa.
Hemos escuchado en algunas ocasiones frases de distintos colaboradores tal como:
“A veces hablo con mi encargado yendo al pueblo, pero siempre temas laborales…” “en 23 años nadie me preguntó cómo me siento o cómo estoy”… “Qué bueno que hagan este tipo de entrevistas, nadie en la empresa conoce mi situación personal”…
Los líderes por su parte, suelen mencionar que ellos hablan con sus colaboradores, salen a recorrer, hablan de distintos temas, pero...
¿Realmente están atentos a sus necesidades? ¿Escuchan detenidamente lo que está diciendo el colaborador? ¿Se miran cara a cara?.
Lamentablemente no sucede en todos los casos.
Qué es la escucha activa?
Debemos destacar que en el plano empresarial, saber escuchar y preguntar tiene múltiples beneficios para la empresa y los colaboradores, entre ellos: despierta sentimientos de compromiso y fidelidad, así como también, repercute directamente en el clima laboral logrando mayor productividad y aumentando la motivación en el trabajo.
Al igual que hablar en público, la escucha activa es una habilidad que se puede perfeccionar con la práctica, las personas que saben escuchar no poseen un don especial, sino que practican y se prestan a este tipo de situaciones con mayor frecuencia que otras.
Para concluir, es muy importante que nos hagamos el tiempo para conversar y escuchar activamente a los colaboradores, clientes, y también a nuestra familia; el esfuerzo ¡vale la pena!.